sábado, 20 de junio de 2009

Descubrimiento del Pino Moro

Este artículo fué publicado en el primer número de la Revista Teruel (1), en el año 1949. En él se habla de las primeras experiencias y conclusiones ante un gran descubrimiento: la existencia de una masa de Pinus uncinata en la Sierra de Gúdar.

EL PINO MORO DE GÚDAR

Por P. Font Quer

" En julio de 1936 lo teníamos todo preparado para subir a la Sierra de Gúdar, pero no pudimos realizar esa excursión hasta diez años después, en julio de 1946. Nos movía a visitar aquella montaña la gran escasez de noticias botánicas que sobre la misma publican las obras de fitogeografía hispana, y el interés que ofrece siempre la exploración de cumbres de tal importancia. Gúdar, en efecto, compite por su altura con Javalambre, pero su flora era mucho menos conocida, por no decir casi totalmente ignorada.

Entre 1936 y 1946 un importante descubrimiento vino a acrecentar el interés por la visita: Ceballos, ingeniero de montes de reconocido prestigio botánico, dió a conocer públicamente la existencia en Gúdar del llamado allí "pino moro", la Pinus Mugo (Pinus uncinata). Era la primera vez que en España se reconocía su existencia fuera de los Pirineos.(2)

El pino moro (pino negro de los Pirineos) es árbol de gran resistencia al frío y a las nieves; el que más resiste de cuantos crecen en el país. Cuando en los Pirineos desaparece la vegetación arbórea como consecuencia de la altitud, el árbol que más aguanta, el último que desaparece, aun en las cumbres combatidas de todos los vientos, es este pino. Según las condiciones climáticas de los diversos macizos pirenaicos, y según la exposición, el límite altitudinal superior del pino negro suele variar entre 2.200 y 2.400 metros sí la mintaña sobrepasa con holgura tales cotas. Excepcionalmente pueden encontrarse algunos pinos sueltos, a menudo mal conformados, achaparrados o tumbados por los vendavales, incluso a mayores alturas. Generalmente, sin embargo, a los niveles indicados no queda ya sino un matorral de rododendros y arándanos, y se entra de lleno en el piso altitudinal alpino.

El área del pino negro es muy extensa. Abarca desde los Alpes y otras montañas medioeuropeas hasta los Cárpatos, por un extremo , y hasta el Pirineo por el otro. En Italia se encuentra no sólo en los Alpes, sino también en los Abruzos y en las montañas de Campania, a una altitud parecida a la de Gúdar. En el Pirineo, desde el Canigó, en el extremo oriental de la cordillera, hasta el Pico de Anie, al norte del Valle de Ansó. Más a Occidente, el descenso de los Pirineos y las abundantes lluvias del País Vasco excluyen este pino de aquellas montañas.

En la Sierra de Gúdar se halla a los dos lados del Collado de la Gitana, sobre ambos Monegros, en los términos de Valdelinares, Alcalá de la Selva y Gúdar, que confluyen en dicho collado. Vive en lo más alto de ambos cerros, en el oriental hasta 1.996 m. y en el occidental hasta 2.024 m. Un poco por debajo de las cumbres se mezcla al pino albar (Pinus sylvestris), y bajando a los 1.900 m. o un poco más desaparece ya. La sabina ratiza o rastrera ( una variedad de la Juniperus Sabina) y el enbro enano (Juniperus communis ssp. nana) viven con él.
No sabemos cómo llegó a Gúdar este pino, pero es probables que llegase a establecerse en la cordillera austral de Aragón durante los grandes fríos de la época glacial. Si pasó de allí, más hacia el Sur, no ha podido sobrevivir a las condiciones que luego se produjeron. Los pinos moros de Gúdar quedan pues como último resto de una más vasta remota colonización.
No hemos terminado todavía el estudio del material herborizado en los Monegros, colectado en el área más próxima a la del pino moro. Sin embargo ya podemos dar por cierto que con él conviven diversas especies montanas y subalpinas no señaladas aún como propias del sur de Aragón; así como otras que habiendo sido descubiertas por Asso nadie más halló después de él. Cuéntase entre estas últimas el Aster alpinus, indicado por aquel autor como propio de la Palomita, donde tuvo la fortuna de encontrarlo nuestro compañero de viaje Dr. Rivas Goday, descubierto más tarde por nosotros en Valdelinares, junto con la Veronica jabalambrensis de Pau, con la cual crece. La Armeria Godayana, que hemos descrito como especie nueva, también es de tipo alpino, y la especie más afin a ella es la Armeria alpina; crece asimismo a poca distancia de los pinos moros. Otra especie de los altos Monegros que lleva el epñiteto de las anteriores es la Scutellaria alpina var. pumila, que, junto con la Arabis alpina y la Rhamnus alpina, constituyen el significativo cortejo de la Pinus Mugo. Vense además cerca de éste diversas plantas que en la España seca sólo se dan en las altas montañas, como el acónito matalobos (Aconitum Lycoctonum), abundante sobre todo en las cercanías de la Tajera, así llamada por los muchos "tajos" (Taxus baccata) que se crían en aquellos peñascales, Cetraria islandica, Botrychium Lunaria, Cerastium arvense, Arenaria aggregata ssp. erinacea var. microphylla, Draba Dedeana var. Zapateri, Ptilotricum spinosum, Alyssum montanum, Astragalus nevadensis, Ononis cenisia, Potentilla rupestris, Bupleurum pallida ssp. laciniatum (tal vez igual al Chrysanthemum alpinum de Asso, que este autor halló en la Muela de Griegos), etc., y por doquier, en todas las montañas de Alcalá, el Astragalus austriacus, planta eminentemente continental que fuera de aquellas montañas, sólo se ha encontrado en otra comarca peninsular de clima cridísimo, la Plana de Vic.
A la caída del Monegro oriental, entre el Collado de la Gitana y la pequeña aldea de Valdelinares, se encuentra un prado que, no hollado o apenas hollado a primeros de julio, tiene una gran riqueza de plantas. Junto a él mana la Fuente de Villarejo, y está situado a unos 1.850 m., en un declive oreintado al Norte. En ese prado abunda el cervuno (Nardus stricta), con Lepidium pratense, Potentilla erecta, Gentiana cruciata, Leontodon Reverchonii, etc., y en él hallamos abundante el Astragalus danicus, hierba vivaz de flores violáceas, que en España sólo se conoce de aquella localidad.
La presencia del pino moro en los Monegros de Gúdar no es pues un fenómeno fitogeográfico independiente. Otras especies de apetencias parecidas, algunas tenidas en España como estrictamente pirenaicas, se presentan en dichos Monegros como dignas acompañantes de aquel.

(1) Es el órgano de expresión del instituto de Estudios Turolenses de la Excma. Diputación Provincial de Teruel. Tiene carácter semestral y han sido publicados hasta 1998, 86 números. Está dividido en dos volúmenes: I Ciencias y II Humanidades. En esta revista tiene cabida toda clase de trabajos de investigación, cualquiera que sea su rama, pero siempre que su estudio verse sobre temas de la provincia de Teruel. Con ello se pretende fomentar la investigación sobre temas turolenses y, mediante su difusión, un mejor conocimiento de la provincia de Teruel.

(2) Willkomm, en el Prodromus Florae hispanicae, I, p. 18 (1870), dice haberlo visto en la parte occidental de la Serranía de Cuenca. Pero en una obra posterior del mismo autor (Grundzüge der Pflanzenverbreitung auf der iberischen Halbinseln 1896) afirma que el ñímite meridional de su área se halla en el Pirineo de Aragón; se trata, por consiguiente, de una clara rectificación. Y después de Willkomm nadie más ha vuelto a indicarlo como propio aquella serranía.

1 comentario:

  1. Interesantísima. Que nos sobreviva, el pino moro del Montero.

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